Cambios en los distintos hábitos de la vida diaria, como en la hora de levantarse, de encender el televisor o de ir al baño pueden suponer un primer indicio de fragilidad o deterioro cognitivo en las personas mayores. Una reducción en las veces que una persona sale de casa o una menor frecuencia de visita a distintas zonas de su hogar como la cocina o el baño puede ser un indicador muy útil que permita detectar, de forma precoz, el deterioro cognitivo en las personas mayores. Este es, precisamente, el objetivo de Senior Monitoring, uno de los proyectos centrales de la Cátedra de Inteligencia Artificial, Salud y Bienestar y en el cual trabajará el equipo durante este año 2023.
Senior Monitoring permite localizar a la persona dentro de su propio hogar utilizando para ello tecnología bluetooth. Se trata de un sistema muy fácil de utilizar y no intrusivo con las personas mayores. Básicamente hay que instalar balizas bluetooth en distintas habitaciones. Son pequeños dispositivos que permiten detectar la presencia de otros dispositivos bluetooth, como por ejemplo, relojes inteligentes o pulseras de actividad. De esta manera, el sistema permite saber dónde se encuentra la persona dentro de su hogar en cada momento. El diseño y la tecnología empleada garantizan un uso autónomo de larga duración, evitando que la persona tenga que cargar con frecuencia la batería del reloj o pulsera. Inicialmente el proyecto se había desarrollado con tecnología wifi pero finalmente se se ha optado por introducir bluetooth para evitar problemas de cobertura.
Con motivo de la reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento de la Cátedra, los directores Óscar Belmonte y Antonio Caballer han presentado este jueves 2 de febrero la memoria de actividad del ejercicio 2022 y las líneas de trabajo para este 2023. La reunión ha contado con la presencia del Vicerrector de Investigación, Jesús Lancis, el CIO de Cuatroochenta, Sergio Aguado y el socio director de Cuatroochenta, Santiago Gimeno.
Otras líneas de investigación
Uno de los proyectos principales de la Cátedra es Sally, en el que se ha avanzado notablemente en el último año. Se trata de un sistema para la evaluación de la fragilidad que utiliza cámaras 3D que permiten hacer un seguimiento del cuerpo y movimiento de una persona. A través de Sally, la Cátedra pretende evaluar la fragilidad física. La disponibilidad de esta herramienta en distintos centros sociosanitarios permitiría a los profesionales hacer un seguimiento de la salud de las personas mayores y detectar de forma precoz cualquier indicio de fragilidad permitiendo la intervención temprana para disminuir el riesgo de dependencia. Durante este año la Cátedra plantea mejorar la accesibilidad y usabilidad del sistema e incluir en Sally la evaluación de las otras dos dimensiones de la fragilidad, la cognitiva y la social.
Otro de los hitos de la Cátedra ha sido el desarrollo de un informe diagnóstico para el Ayuntamiento de Castelló sobre si la ciudad satisface las necesidad de las personas mayores. Esta tarea se enmarca dentro del proyecto “Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores” impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que persigue establecer una red de ciudades que promueva el envejecimiento activo y saludable, dado el rápido envejecimiento poblacional actual. El objetivo de este diagnóstico es la implementación de un plan de acción para solucionar los problemas que detectan las propias personas mayores.
La Cátedra también cuenta con proyección a nivel europeo e internacional a través de su participación en diversos proyectos como ARGENTUM cuyo objetivo es promover e impulsar la economía plateada o silver economy a través de la creación de un clúster de organizaciones de distintos países con el fin de proporcionar cursos de formación personalizados, mejorar la colaboración y dar visibilidad a todos los actores relevantes para el sector.
Además de los proyectos e investigaciones, desde la Cátedra también se realiza una importante tarea de difusión a través de su página web, que acaba de estrenar una nueva versión, traducida también al inglés.